Dice el Kibalión1:
“Nada es inmóvil; todo se mueve; todo vibra”.
“Todo esto ya está confirmado por la ciencia moderna y con cada nuevo descubrimiento se verifica y comprueba.”
“Este principio explica las diferencias entre las diversas manifestaciones de la materia, de la fuerza, de la mente y aún del mismo Espíritu, las que no son sino el resultado de los varios estados vibratorios.”
“Desde el TODO que es Espíritu, hasta la más grosera forma de materia, todo está en vibración: cuanto más se eleva esta, tanto más elevada es su posición en la escala.”
“La vibración del Espíritu es de una intensidad infinita, a tal punto que podría considerarse como si estuviera en reposo, de igual manera que una rueda gira rapidísimo pareciera que está sin movimiento”.
2Por eso no vemos a los espíritus desencarnados, porque viven entre nosotros a una frecuencia de vibración mayor a la de nuestros cuerpos de carne y hueso. En cambio, vemos la inmovilidad de una roca, que sin embargo también se mueve, pero a una frecuencia vibratoria excesivamente lenta.
En el otro extremo de la escala hay formas de materia densísima, cuya vibración es tan débil que pareciera estar en reposo (la roca por ejemplo). Entre ambos polos hay millones y millones de grados de densidad vibratoria.
Vibraciones mentales
Esto nos habilita a controlar nuestras propias vibraciones mentales. En este sentido el pensamiento positivo vibra a una frecuencia alta, sus colores son brillantes y claros, luminosos. El pensamiento negativo vibra lentamente y sus colores son opacos. Cuanto más negativos más sombríos y tanto más bajo el tono de su sonido.
El pensamiento positivo no puede ser dominado por una vibración baja al menos que haya alguna idea o concepto negativo agarrado por alguna parte en el individuo.
¿Cómo afecta nuestro estado de ánimo?
Los estados de ánimo vibran y lanzan al espacio esas vibraciones en sonidos y colores. Todos los estados mentales se lanzan al exterior del cuerpo que los crea, van golpeando los cuerpos afines, por resonancia, como lo hacen los instrumentos musicales y estas vibraciones afectan en bien o en mal a otras mentes, aumentando los estados emocionales y mentales que están a tono con ellas. Por ejemplo, si alguien se encoleriza lanza vibraciones de ira, las cuales son atraídas magnéticamente por otro que está también encolerizado, se aumentan unas a otras. Ese estado emocional va empeorando y se puede llegar hasta el crimen cuando las personas afectadas no tienen el hábito de controlarse.
Los pensamientos e ideas respecto a Dios, sobre los Maestros de Sabiduría, sobre el Yo Superior tiene vibraciones altísimas. Estas elevan cualquier vibración menor, pudiendo curar enfermedades, resolver problemas, etc.
Vibraciones de nuestro entorno
Todo se encuentra en un continuo movimiento, una continua vibración y transformación. Cada parte del universo tiende a transformarse en algo mejor. Al tomar aire inhalamos los átomos del entorno, del medio que nos rodea. Al exhalar devolvemos átomos de nuestro propio cuerpo físico. Literalmente, al entrar en un lugar empezamos a absorber parte de ese espacio. De ahí que algunos lugares los llenan de energía positiva o, todo lo contrario. Los entornos de naturaleza como playas, montañas, bosques, lagos y demás, están cargados de vibraciones positivas. Cuando permanecemos en ellos nuestro cuerpo físico se renueva con átomos de alta calidad. Por tal motivo uno se regenera y se sana al estar en ese tipo de lugares. Por el contrario, cuando uno ha permanecido por cierto tiempo en un lugar de vibraciones bajas o negativas, se siente contaminado.
Todo el universo está compuesto básicamente de la misma sustancia y nosotros a través de nuestra intención, podemos usarla para manifestar la realidad que deseamos. De acuerdo con el principio de vibración, debemos ir creando la vibración necesaria para traer la sustancia necesaria. Cada uno se rodea de gente y lugares que están vibrando en la misma frecuencia.
Niveles de vibración
En el universo existen tres niveles elementales de vibración, baja, media y alta. De acuerdo con nuestro nivel vibratorio personal, estamos ubicados en alguno de estos tres escalones y como consecuencia atraemos las cosas de dicho nivel. No se contempla atraer situaciones u objetos que tienen una vibración alta si uno se encuentra en el escalón más bajo. La depresión, la angustia, el miedo, las enfermedades y todas las emociones más negativas nos llevan a vibrar en el nivel más bajo de esta escala. Mientras una persona se mantenga vibrando bajo, solo atraerá a su vida a personas o situaciones que aumentarán su malestar
Hasta que esa persona no cambie su vibración personal no se manifestarán ni la salud, ni la alegría, ni el amor ni la suerte en general. En el nivel de vibración media aparecen las soluciones y la vida fluye. Los obstáculos y problemas de este nivel son más fáciles de resolver.
Otras veces vivimos momentos de iluminación y de gran conexión con nuestro Creador, entonces vibramos con una energía más alta y nos sentimos poderosos, llenos de fe y entusiasmo. Finalmente, el nivel de vibración más alta corresponde a la paz, iluminación y Amor. Aquí no existen miedos, problemas, enfermedades cuando uno vibra en este nivel. Lo que uno piensa se manifiesta inmediatamente.
Otra verdad metafísica explica que las leyes superiores se imponen sobre las inferiores. Esto significa que cuanto mejor es tu vibración personal mejorarás la vibración de todos aquellos que te rodean. Esta es la forma más efectiva de cambiar a los demás. Con solo mejorar uno mismo, mejora las relaciones con los otros.
Para finalizar el encuentro hicimos una meditación con el fin de aprender a aumentar la frecuencia de nuestras vibraciones.
1“El Kibalión Filosofía Hermética del antiguo Egipot y Grecia – Los Tres Iniciados
2“Metafísica 4 en 1 – Conny Mendez
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