El alma está encarnada aquí en la Tierra con el propósito de seguir un proceso de evolución espiritual que la llevará paulatinamente a la perfección. Tal como dijo Jesús:
Sé perfecto como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
Esta perfección implica saber manejar la energía conscientemente y correctamente. Saber manejar las leyes que rigen el Universo para nuestro mayor bien y en beneficio de todos los seres que habitan el Universo.
De esta manera el alma irá ascendiendo hacia las esferas superiores y habitará allí donde habita el Espíritu. Esto le permitirá aumentar sus vibraciones y contar con un campo magnético amplificado, lo cual, a su vez, le permitirá mantenerse en constante comunicación con el Espíritu.
El propósito del Alma
Y esa Alma, ese Ser nacido de la divinidad, somos nosotros, los seres humanos encarnados con ese único propósito que, a través de nuestras experiencias aquí en la tierra nos permitirá ascender y residir allí donde residen los Maestros que ya han hecho el camino y han llegado a la meta.
Al aumentar nuestras vibraciones dejaremos de ser perceptibles en el campo de la materia densa, para entrar en el campo de todas las posibilidades, para entrar en el campo de la potencialidad pura y tomar de allí la sabiduría del Universo.
Aumentar nuestras vibraciones
Y para estar en sincronía con el Universo y sus creaciones, es necesario mantener una alta vibración
No vemos los mundos sutiles que están a nuestro alrededor porque nuestras vibraciones no están acordes con ellos
Recién cuando logremos aumentar nuestras vibraciones podremos, entonces, manifestar nuestros poderes espirituales. Tal como dijo Jesús: todo lo que yo hago y mucho más podréis hacer vosotros. Pero, ¿cuándo lograremos esto? Y ¿Qué debemos hacer para lograrlo?
Nuestro poder de transmutación
Para ello la humanidad deberá hacer un cambio, deberá realizar una profunda transformación. Y nosotros, como seres humanos y, debido a nuestra naturaleza universal, poseemos verdaderos poderes de transmutación.
El ser humano tiene el poder de transformarse y así, influir y transformar su entorno. Podemos cambiar nuestro estado de ser, nuestro ritmo vibratorio y nuestro campo magnético.
Para ello debemos elegir expresarnos en el Amor y la Consciencia y cuando elegimos esto, entraremos en un proceso de evolución natural que nos llevará a reconocer y utilizar nuestros poderes reales en toda su amplitud. Esto se denomina realizar el Maestro dentro de sí, y de esta manera los poderes desplegados sirven a su creación, a la humanidad y al universo.
Cuando incrementamos nuestras vibraciones somo invisibles para aquellos de baja vibración que puedan querer hacernos mal, para todo aquello indeseable que vaga por la materia densa. Sin embargo, si algo malo o no deseable nos ocurre, es que algo habrá todavía en nosotros que debemos limpiar, transmutar.
¿Cuáles son estos poderes espirituales?
El Maestro Saint Germain1 los agrupa en tres grandes poderes: el poder de sanación, el de creación o manifestación y el poder de la comunicación y la proyección con y hacia los planos sutiles.
Pero, no basta solo con conocerlos, los tenemos que realizar en nosotros, reconocer en nosotros ese Maestro interior y esto se logra siguiendo este proceso de evolución hacia la perfección del ser.
No basta con leer a los Maestros y sabios, seguir sus rituales y las poderosas experiencias de elevación que provocan. No basta con la intelectualización y el turismo espiritual. Esto nos puede estimular a elegir un camino de transformación y reencuentro con nuestra naturaleza luminosa, esto puede favorecer nuestro despertar, pero para lograr esta realización, esta transformación es necesario que tengamos un firme propósito de seguir este camino de evolución, este camino de realización de nuestro Maestro interior.
Es la integración de todos estos conocimientos y experiencias en el día a día, lo que transforma verdaderamente al discípulo en Maestro.
Nosotros como seres encarnados somos un germen o semilla cuya fuente es la Luz Universal. Este germen va a crecer y desplegarse no sólo en el plano del cuerpo, sino en espíritu y en la vibración del Amor.
Tomar conciencia
Debemos tomar conciencia de la intensidad y del poder presente en ese germen que, como un árbol que emerge de la semilla con su grandeza y magnificencia ya grabadas, nos permite lanzarnos hacia las cimas que nos esperan.
Muchos no creen en sus verdaderos poderes, dudan de los dones implícitos en sí mismos, y piden que alguna fuerza suprema se los conceda. Niegan ser expresión pura de esta fuerza suprema. Todo el poder del Universo y de Dios está dentro nuestro, porque fuimos hechos a su imagen y semejanza. Debemos ser conscientes de ello para poder manifestar los poderes que ya son nuestros.
Entonces, para lograrlo, debemos proponernos un cambio, una transformación para poder activar nuestros propios poderes y de esto trata este, nuestro tercer tramo en busca del Paraíso Perdido.
1 Extraído del libro “Manifestar los poderes espirituales” Tomo I, dictado por el Maestro Saint Germain a través de Pierre Lessard.
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