A excepción de la respiración rítmica yogi, las que vimos hasta ahora se relacionan al esfuerzo en el plano físico, lo cual es considerado muy apto para dar una base sustancial para los esfuerzos sobre el plano psíquico y espiritual.
La respiración en lo que se refiere a la faz física no hay que juzgarla de poco valor, sino recordar que es necesario tener un cuerpo sano para poder tener una mente sana. También es necesario recordar que el cuerpo es el templo de Espíritu, del Yo Soy, de la divinidad en nosotros. El cuerpo es la lámpara en la que arde la luz del Espíritu.
Respiración psíquica yogui
Ahora vamos a tratar el aspecto psíquico de la ciencia yogi de la respiración y vamos a practicar algunos ejercicios para conservar una mente y un cuerpo sano.
Como dije antes, la base de estos ejercicios es la respiración rítmica yogi, además de la respiración completa que practicamos cuando nos ocupamos de la respiración como modo de conservar la salud del cuerpo.
En el caso de la respiración psíquica yogi, cada ejercicio está acompañado de la recomendación de llevar el pensamiento hacia ciertos resultados deseados. Esta actitud mental abre un camino a la voluntad, libre de obstáculos sobre el cual ejerce su fuerza. Se trata de utilizar el poder de la voluntad para dirigir la respiración hacia donde necesitemos hacerlo.
Como ya dijimos en varias oportunidades, la Respiración Rítmica yogi es la base de la respiración psíquica yogi. Recordemos que cuando digamos respirar rítmicamente, esto significa respirar conforme a los latidos de nuestro corazón, donde cada conteo corresponde a una pulsación y donde en la retención y la pausa entre respiraciones debe contarse la mitad de pulsaciones respecto de las que utilizamos para la inhalación y la exhalación.
Luego de un poco de práctica notaremos que no hay necesidad de contar, ya que la mente tomará la idea del tiempo y el ritmo y se podrá respirar rítmicamente casi en forma automática. Esto dejará la mente despejada para la proyección de las vibraciones psíquicas bajo la dirección de la voluntad.
Primera respiración: Distribución de Prana
- Acostado, tendido en el suelo o sobre la cama, sin tensión muscular, descansando las manos sobre el plexo solar, respirar rítmicamente.
- Cuando el ritmo esté establecido, querer que cada inhalación introduzca una cantidad mayor de prana o energía vital del depósito universal, la que será tomada por el sistema nervioso y almacenada en el plexo solar.
- Luego a cada nueva inhalación, querer que el prana almacenado en el plexo solar se distribuya en todo el cuerpo, a cada órgano y parte; a cada músculo, célula y átomo; a los nervios, arterias y venas; desde la superficie de la cabeza hasta la planta de los pies; vigorizando, fortaleciendo y estimulando cada nervio, recargando cada centro nervioso; enviando energía, fuerza y vigor a todo el sistema.
- Mientras se ejerce la voluntad, procurar formar una pintura mental de la corriente precipitada de prana internándose por los pulmones, luego instantáneamente tomada por el plexo, para ser enviada con el esfuerzo de la respiración a todas las partes del sistema hasta la punta de los dedos de las manos y hasta la de los pies. La simple orden de lo que se desea producir y la pintura mental de ellos es todo lo que se necesita.
- Esta respiración restaura y vigoriza el sistema nervioso y produce una sensación de tranquilidad en todo el cuerpo. Es benéfica cuando uno está cansado y siente falta de energía.
Segundo ejercicio: Respiración para calmar el dolor
- Acostado o sentado, erguido, respirar rítmicamente, manteniendo el pensamiento de que se está inhalando prana.
- Luego, al expirar, envíese el prana a la parte dolorida, para restablecer la circulación y la corriente nerviosa.
- Enseguida, inhalar más prana, con el propósito de expulsar la condición penosa, y al exhalar, sosténgase el pensamiento de que se está arrojando el dolor.
- Alternar los dos mandatos mentales; con una exhalación se estimula la parte y con la otra se expulsa el dolor.
- Obsérvese esto durante siete respiraciones
- Practíquese la respiración purificadora y tómese luego un momento de descanso
- Continúese practicando hasta que el alivio se produzca.
- Si se coloca la mano sobre la parte afectada, se pueden obtener resultados más rápidos. En este caso, enviar la corriente de prana a lo largo del brazo hasta la parte enferma.
Tercer ejercicio: respiración para dirigir la circulación
- Acostado o sentado con el busto erguido, respirar rítmicamente y con las aspiraciones dirigir la circulación hacia la parte que se desee y que puede estar afectada por la circulación imperfecta Por ejemplo si se siente frío en los pies o si se tiene dolor de cabeza. En el primer caso enviamos la sangre hacia abajo para calentar los pies y en el segundo alivia el cerebro de una presión excesiva
- En el caso de dolor de cabeza, procúrese primero calmar el dolor y después envíese la sangre hacia abajo
- La circulación está en gran parte bajo el contralor de la voluntad, y la respiración rítmica facilita la tarea.
Cuarto Ejercicio: Respiración para la Auto-curación
- Acostado, aflojar los músculos, respirar rítmicamente y querer inhalar una buena suma de prana
- Luego con la exhalación envíese el prana a la parte afectada, con el propósito de estimularla
- Variar la exhalación, ocasionalmente, con la orden mental de que la condición enfermiza desaparezca.
- Empleense las manos en este ejercicio, pasándolas por el cuerpo hacia abajo, desde la cabeza a la parte enferma, manteniendo la imagen mental de que el prana está fluyendo a lo largo del brazo y por la punta de los dedos penetra en el cuerpo hasta la parte afectada, curándola.
- También se puede colocar ambas manos sobre la parte afectada y entonces respiran rítmicamente, manteniendo la imagen mental de que realmente están bombeando prana en el órgano y parte enferma, estimulándola y desalojando las condiciones enfermizas.
Quinto ejercicio: Respiración para curar a otros
El principio esencial que debe recordarse es que por la respiración rítmica y el pensamiento controlado se puede absorber una considerable cantidad de prana y transmitirla al mismo tiempo al cuerpo de otra persona estimulando las partes y órganos debilitados, proveyéndolos de salud y expulsando las condiciones enfermizas.
Se debe aprender primero la condición deseada de manera que se sienta el influjo del prana, la fuerza corriendo a lo largo de los brazos y por las puntas de los dedos hasta el cuerpo del paciente.
Respirar rítmicamente unas pocas veces hasta que el ritmo esté establecido; se colocan las manos sobre el cuerpo del paciente dejándolas descansar ligeramente sobre la parte afectada. Se llena completamente de prana al paciente hasta que la condición penosa sea expelida. Con pequeños intervalos se debe levantar las manos y sacudir los dedos, como si se estuviese arrojando la enfermedad. Lavarse las manos después del tratamiento,
Luego practíquese la respiración purificadora varias veces.
Mientras se opere, déjese que el prana impregne al paciente en una corriente continua. El operador es simplemente la máquina de bombear que pone en conexión al paciente con la provisión universal de prana, permitiéndole fluir por su intermedio.
La respiración rítmica debe practicarse frecuentemente durante el tratamiento, con el objeto de mantener el ritmo normal y permitir el libre pasaje de prana.
Sexto ejercicio: Respiración para la curación a distancia
El prana coloreado con el pensamiento del emisor puede proyectarse a personas ausentes que desean recibirlo, efectuándose de este modo la acción curativa. El pensamiento del magnetizador emite y colorea el prana destinado a ser reenviado y éste cruza el espacio como el rayo y se aloja en el organismo psiquico del paciente.
Para tratar personas a distancia se debe formar una imagen mental de ellas hasta sentir que se está en un rapport (buena conexión) con las mismas. Esto depende del poder de formar imágenes mentales que tenga el operador.
Cuando la conexión está establecida, dígase mentalmente al paciente ausente: Te estoy enviando una provisión de fuerza vital o poder, que te vigorizará y curará.
Entonces, imaginad el prana como saliendo de la mente a cada exhalación de la respiración rítmica, viajando a través del espacio, instantáneamente llegando al paciente y curándolo.
Es estando receptivo el paciente, debido a su expectativa en espera de la fuerza psíquica emitida, le pone en condiciones de poder recibir las vibraciones emitidas en cualquier momento que las envíe el operador.
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