Hay distintas formas de meditar, entre ellas:
- La concentración
- La contemplación
- La transmisión de energía
- La visualización
- El movimiento
- La meditación en silencio.
La concentración
Mediante la concentración se trata de fijar la atención en un objeto de meditación (puede ser un mantra o sonido primordial, un mandala o figura concéntrica, una imagen o deidad, una vela, concentrarse en la respiración, en una zona del cuerpo, un símbolo o una plegaria, etc).
En estos casos el meditador debe controlar su mente (dejando pasar los pensamientos sin atenderlos ni concentrarse en ellos), manteniendo firme su concentración en el “objeto de atención”. Es el caso de la meditación zen.
La mente tiende a interferir, hay que dejar pasar los pensamientos sin brindarles atención.
La contemplación
La contemplación la utilizan los monjes cristianos y otras religiones, por ej los budistas.
1 Dice el Maestro Saint Germain: la contemplación es la creación de una relación vibratoria, de una unión, con la conciencia superior de un ser (puede ser de un elemento de la naturaleza terrestre o de una presencia multidimensional). Es importante distinguir la contemplación espiritual de la contemplación vulgarizada, que corresponde más a una observación.
La contemplación espiritual requiere de una elevación del ritmo vibratorio y nos lleva a penetrar en otro campo magnético: el del objeto de contemplación.
El Maestro nos da un ejemplo en este sentido: si una persona contempla un árbol, es porque lleva una intención muy clara de unirse no sólo con la vida en el árbol, sino también con los devas o elementales de la naturaleza vegetal. Esta unión con el árbol permite a la conciencia y a la fuerza de vida en el árbol manifestarse en esa persona, y a su conciencia y a su fuerza de vida manifestarse en el árbol. Hay una unificación de dos formas de vida, lo que da lugar a una intensificación de su energía vital.
¿Por qué dice el Maestro Saint Germain que la contemplación es tan importante y poderosa? Por una parte, porque la contemplación cotidiana de muchas formas de vida exteriores acentúa en nosotros la sensación de unión con el Todo. Por otra parte, permite a la dimensión luminosa y consciente del objeto de contemplación seguir viviendo en nosotros y viceversa, a partir de la unión vibratoria. Se trata de una verdadera unión energética
Cuanto más contemplemos una forma de vida, más conscientes seremos de encontrar su dimensión cósmica. Y progresivamente experimentaremos más y más el Todo. Y esto crea verdaderas bases para nuestros poderes de creación.
La transmisión de energía
La meditación con transmisión de energía, prana, con el Espíritu Santo, etc, se combina con algún ritual de invocación, con visualizaciones, colores, etc. Lo practican los metafísicos, también en el caso de la Angeología, sanación pránica, reiki, y sanadores en general
La visualización
La visualización es utilizada por la metafísica, la angeología, psicología transpersonal y otros sistemas de autoayuda.
Se trata de la visualización o creación de imágenes mentales, la cual nos ayuda a canalizar y a orientar la energía hacia lo que se desea crear.
Como sabemos, somos seres eminentemente creadores, al haber sido creados a imagen y semejanza del gran Creador del Universo. Por lo tanto, como seres creadores, somos los creadores de nuestra propia vida. Lo que estemos viviendo hoy, lo hemos creado nosotros mismos, con prescindencia de si estas creaciones son buenas o malas, placenteras o displacenteras.
2 Por eso, como nos indica el Maestro Saint Germain, la visualización o creación de imágenes mentales nos ayudará a canalizar y orientar la energía hacia lo que queramos crear. Por ejemplo, si queremos desplegar nuestros poderes de sanación, recurriremos a la visualización para sentir mejor la comunicación con las células y expresar con imágenes nuestra voluntad de que sanen. Si queremos utilizar nuestros poderes de manifestación, podremos usar la visualización para sentir y orientar mejor los haces de luz hacia el objetivo para atraer el objeto o situación que queremos provocar.
La visualización es una ayuda que acompaña a la intención, ella misma impregnada de la energía de la trilogía energética. La fuerza de los poderes de creación es el resultado de la intensidad de la energía de la voluntad, de la conciencia y del amor.
La visualización no es un poder
Sin embargo, la visualización no es un poder y no tiene fuerza en sí misma.
Si creemos en que la que tiene poder es la visualización podemos caer en la trampa que nos arrastra al pensamiento mágico según el cual creemos que todas las imágenes que cresamos o proyectamos se manifestarán y solo basta con esperar los resultados con la certeza que llegarán.
La visualización y el pensamiento mágico, no basados en un centrarse en el ser y en su energía, pueden causar grandes daños. Por ejemplo, alguien puede visualizar que ha sanado de su enfermedad y, por lo tanto, poner término al proceso de sanación, provocando un deterioro de su estado. Lo mismo, por ejemplo, una persona que abandona el empleo que le significa un ingreso, tras visualizar que se le presenta el trabajo de sus sueños, etc.
Todos tenemos latentes estos poderes de sanación y manifestación, los mismos son muy reales. Todos tenemos el poder de manifestar el empleo de nuestros sueños, o de provocar una transmutación del alimento, etc, pero no a partir de una simple visualización o de un pensamiento mágico o positivo.
Los poderes creadores, tal como señala el Maestro Saint Germain, utilizan la visualización en la medida que estén en concordancia con y apoyados en verdaderas bases:
- La intensificación de la trilogía energética: la energía de la voluntad, de amor y de conciencia.
- La elevación del ritmo vibratorio y el reencuentro con nuestra frecuencia fundamental
- La amplificación de nuestro campo magnético
- La expresión de una intención clara y pura liberada de todo deseo.
- La meditación y la contemplación
- La expresión acorde con la ley de atracción y la observación de las sincronicidades.
El movimiento
Las técnicas de meditación en movimiento o dinámicas son practicadas por el tai chi, el chi kung, las meditaciones activas del Maestro Osho, danzas circulares, giros sufíes, kundalini yoga, etc.
Pasos para empezar a meditar
Todos los sistemas de meditación, en su en esencia, aspiran a la transformación de la conciencia, para de a poco llegar a esa unión con nuestro Ser Interior, ese Ser divino que habita el cuerpo y que es parte de la única Realidad, Dios como Fuente de todo lo que es.
Como ya mencioné, el obstáculo que comúnmente vamos a encontrar cuando queremos sostener ese estado de paz y de conciencia trascendental, ese estado de Ser Real, es el constante deambular de la mente que está constantemente conectada con el afuera, generador de miles de pensamientos diarios que, en su mayoría resultan estériles.
Entonces, lo primero que debemos lograr con la meditación es aquietar la mente a través de la habilidad de fijación de la mente, valiéndonos para esto de variados vehículos u objetos de atención.
Una vez preparado el cuerpo físico y calmada la mente por medio de los ejercicios previos de relajación y respiración que hemos aprendido, nos preparamos para meditar
Preparar el ambiente para la meditación
3 Primero debemos ocuparnos de elegir un lugar adecuado para meditar. Tiene que ser un lugar tranquilo. Puede ser al aire libre si disponemos de un jardín, o de un balcón o algún lugar donde podamos estar en contacto con la naturaleza, o bien, si esto no es posible, elegimos un lugar tranquilo en el interior de nuestra vivienda, en una habitación, si es posible, dispuesta a tal efecto, especialmente tratar que esté aislada de los lugares más concurridos de la casa, asegurándonos de no ser molestados,
Pueden seleccionar la luz, la temperatura, la acústica, la vestimenta más cómoda, tiene que ser un lugar cálido, apacible. Un lugar en el que puedas estar contigo mismo, con la seguridad que no vas a ser molestado. Es recomendable que las prácticas meditativas se realicen siempre en ese mismo lugar, porque así la energía favorable se va construyendo y manteniendo en ese lugar.
Pueden armar un pequeño altar con las imágenes que más te inviten a la meditación, Jesús, Buda, la Virgen María, ángeles, etc. Podemos encender una vela, algún sahumerio o resina cuyo aroma te permita relajarte y estar en armonía contigo mismo (incienso, mirra, copal, alguna pasta de las llamadas alquímicas, un hornillo con algún aceite esencial de tu agrado, etc)
Puedes colocar, al menos al principio una música suave, celestial, que te relaje, que te resulte agradable a ti. La música induce a la relajación y genera paz y armonía.
Preparar el cuerpo para la meditación
Debes sentarte cómodo. Puede ser una sillita de meditación, un zafu, una silla común con respaldo. Lo importante es que te sientas cómodo/da sin molestia, pues sino esto entorpecerá la meditación.
El cuerpo debe estar en una posición cómoda, no lo fuerces a una postura inadecuada, Puedes sentarte en una posición de Buda, o sentarte naturalmente o con las piernas estiradas, lo que sientas más cómodo. Porque si no estás cómodo no podrás concentrarte en la meditación. Podrías preferir una posición horizontal, pero esta no es la más recomendable porque te puede inducir al sueño.
Entonces, una vez realizados los ejercicios para relajación del cuerpo, ponte cómodo en la silla o elemento elegido para efectuar la meditación. Comenzaremos aquí con los ejercicios de respiración. Tomando conciencia solamente de la respiración. Dejando pasar, sin detenernos cualquier idea o pensamiento que la mente sugiera. Debemos aprender esto porque la mente no debe interferir cuando estamos meditando. Esto no se consigue inmediatamente, lleva tiempo y exige práctica.
La respiración que practiquemos tiene que ser consciente, pues esto aumenta el efecto curativo y armonizador de la energía vital contenida en el aire. Recuerden que no solo respiramos oxígenos sino también prana. De esta manera podemos aprovechar mucho más las frecuencias energéticas, visualizando que enviamos prana a aquellas partes de nuestro organismo que más la necesitan. Esto irá aumentando nuestra calidad de vida y nos permitirá vivir con una vibración más elevada.
Con la respiración vamos visualizando como el aire, el prana, penetra en cada chakra o centro energético, a lo largo de nuestra columna vertebral.
Deben permanecer estrictamente concentrados en la respiración, en ese estado de equilibrio y armonía. No reprimas los pensamientos o emociones que aparezcan, pero evita detenerte a considerarlos o analizarlos. Simplemente déjalos pasar.
Con cada inspiración y exhalación ve abandonando las tensiones y preocupaciones. Este es solo un entrenamiento que favorecerá la expansión de tu conciencia y el desbloqueo de los centros energéticos.
A través de la meditación se procura acceder a otros planos de conciencia, que trascienden el umbral del mundo conocido. Es decir, se ingresa a un estado alterado de conciencia, tal como el cerebro en estado Alfa a través de una modificación de la frecuencia cerebral.
Hemos realizado durante este encuentro la Meditación con la llama de la vela y la esfera luminosa.
1 Extraído del libre “Manifestar los Poderes Espirituales” del Maestro Saint Germain canalizado por Pierre Lessard
2 Idem up supra
3 Comentarios extraídos del libro “El ABC de la Meditación” de María Cristina Beati.
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