Antes de adentrarnos en los métodos de la meditación Budista, es necesario conocer los principios en que se basa esta filosofía1.
Dijo un maestro tibetano (Nagarjuna):
“Si deseas alcanzar el despertar insuperable para ti mismo y para el mundo, la raíz es el desarrollo de un pensamiento altruista estable y firme como una montaña, una compasión que todo lo abarca y una sabiduría trascendente, desnuda de dualidad”
La mente iluminada que desee alcanzar muy rápidamente la omnisciencia debería hacer el esfuerzo deliberado de reunir las causas y las condiciones necesarias.
¿Qué es la omnisciencia?
Es el conocimiento de todas las cosas reales y posibles. Es un atributo exclusivo de Dios. Omnisciente es aquel que conoce y sabe todo.
Llegar a este estado para los budistas requiere una preparación, una práctica continua que nos ayudará a reunir las causas y condiciones para llegar a este estado de conocimiento supremo, estado que ellos llaman Iluminación. Como otros llaman Samadhi o Nirvana.
Esta preparación consiste en desarrollar la compasión, un pensamiento altruista y la visión perfecta. Estos son los fundamentos, la sangre vital de la vía hacia el más alto despertar. Hacia el espíritu del despertar, que los budistas llaman Bodhichitta. Recién en este estadio alcanzaremos la sabiduría que aprehende el vacío.
Los Bodhisattva son los discípulos de Buda, los que están en ese camino del despertar, por eso Bodhisattva traducido significa “los héroes del espíritu del despertar”.
Despertar para poder manifestar nuestros poderes espirituales como hijos del Creador, hechos a su imagen y semejanza. Porque como partes individualizadas del Creador poseemos la Omnisciencia, omnipotencia y omnipresencia que son los atributos del Creador. Sin embargo, no los recordamos porque estamos encarnados en el mundo de las formas, de la materia, una vibración densa de energía que trajo como consecuencia el corrimiento de ese velo que nos oculta la Verdad de quién realmente somos.
Para poder llegar a este despertar del Espíritu, los Bodhisattva se comprometen a eliminar las emociones perturbadoras que afligen la mente y cultivar las más valiosas aptitudes. Siguiendo el proceso, esto es, la eliminación de los defectos y el cultivo de las cualidades.
Esto significa desarrollar cualidades virtuosas que no tenían antes y el crecimiento de las cualidades virtuosas que ya habían desarrollado. Esto implica también la disminución de las imperfecciones de la mente que impiden el desarrollo de las cualidades sanas. Y es así como son capaces luego de ayudar a los demás seres vivientes, por la práctica de la compasión.
Esto es justamente lo que significa el texto de Kalamashila:
“La mente iluminada que desee alcanzar muy rápidamente la omnisciencia debería hacer el esfuerzo deliberado de reunir las causas y condiciones necesarias”,
Y este, entonces es el objetivo de la meditación: aminorar las aflicciones ilusorias de la mente e incluso erradicarlas. Un gran maestro dijo:
“Cuando disminuyen las aflicciones es señal de que se medita. Se llama Yogi a quién comprende la realidad”
Los aspirantes (o sea los bodhisattva) disciplinan su mente para, acto seguido, alcanzar gradualmente la condición de buda con el fin de hacer el bien a todos los seres. De esta manera adquieren la práctica de la Gran Compasión.
La calidad de toda acción del cuerpo, de la Palabra y de la mente está ante todo determinado por la motivación. Toda acción realizada con una motivación correcta conduce a la virtud y a la felicidad y se convierte también en una causa para la conquista del despertar a largo plazo.
Este texto del Dalai Lama nos expone la manera de practicar el Espíritu del despertar (la bodhichitta) relativa o convencional y las seis perfecciones, poniendo especial énfasis en la meditación de la calma mental y de la visión superior o realidad última o absoluta.
En este aspecto las seis perfecciones que deben ser practicadas son: la generosidad, la ética, la paciencia, el esfuerzo entusiasta, la concentración meditativa y la prudencia.
Entonces, el pensamiento compasivo es la raíz del espíritu del despertar. Este pensamiento del despertar debe ser puesto en práctica conjuntamente con la sabiduría que aprehende la naturaleza última de todas las cosas o vacío. Y esta visión debería surgir de la unión de una visión superior y de un espíritu que repose en la calma y esté concentrado igualmente en su objeto, el vacío.
Por último, la tesis principal de lo que estamos tratando es el establecimiento de la inexistencia del ser, apoyándose sobre la concentración en un único punto que resulta de la unión de la visión profunda y de un espíritu instalado en la quietud. Así es como se llega a la condición de Buda.
¿Y qué es la condición de Buda?
Quien posee una sabiduría trascendente omnisciente; a este estado se le llama condición de Buda. Para ello es necesario examinar con cuidado los medios y los métodos que conducen a esta Realización.
Un Maestro dijo:
“Las enseñanzas y la escucha son justas cuando son benéficas para la mente. Un comportamiento controlado y disciplinado es el signo de que se han comprendido bien las enseñanzas”
Entonces la primera etapa para el budismo consiste en cultivar en nuestra mente las cualidades excelsas enseñadas por el Buda, esto nos exige renunciar a ciertos viejos malos hábitos es decir nos exige una cierta transformación, transmutación. Para ello es necesario disciplinar nuestra mente.
Luego a partir de aquí comienza a manifestarse el espíritu del despertar y la sabiduría que aprehende el vacío
Aprendiendo y practicando los aspectos profundos y vastos de esta enseñanza, un experimentado practicante de la meditación sobre la inexistencia del ser adquirirá finalmente la comprensión de la realidad.
Para ello necesitamos practicar seis propósitos que favorecen nuestro aprendizaje:
- Humildad
- Fe
- Esfuerzo
- No distracción
- Apertura
- Valor.
1 Conceptos extraídos del libro del Dalai Lama “La meditación paso a paso”, inspirado a su vez en el libro segundo de Las etapas de la Meditación de Kamalashila, santo y erudito que vivió en el siglo IX, quien expandió una forma de Budismo completa en el Tibet.
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