Primera etapa
1 La PRIMERA ETAPA que nos recomienda el Maestro Saint Germain en el proceso de reprogramación alimentaria es la elección de una estructura de transición.
Considera que en cualquier recorrido de transformación es importante crear nuevas estructuras simples, aunque sean transitorias
Como para muchos la alimentación es una parte importante de las pocas alegrías de su vida, las invitaciones a transformar los hábitos alimentarios pueden encontrar cierta resistencia, pues hay apegos o dependencias en relación a la alimentación.
Esta nueva estructura transitoria no deberá reemplazar todos los elementos de la estructura alimentaria actual, para no generar miedos.
Por lo tanto, deberá ser creada uno mismo para evitar que sea saboteada case instantáneamente. Para eso se deberá aceptar que la estructura transitoria tenga elementos de la programación actual.
Consiste en decidir el número de comidas y colaciones y luego establecer un horario relativamente estable para esos momentos
La idea es que cada uno respetemos nuestras decisiones ya que nada habrá sido impuesto. Luego se deberá mantener ese ritmo hasta la cuarta y última etapa. De esta manera esta estructura ofrecerá al cuerpo una estabilidad y cierto equilibrio con relación a la alimentación.
Para ello es importante perseverar, tener cierta constancia y empeño en cumplir la estructura que hayamos elegido.
Se recomienda una primera comida al comenzar el día, luego de las prácticas del despertar energético cotidiano (que veremos más adelante) y que la última comida sea planificada varias horas antes del momento de dormir. Si se desea mantener, dentro de esa estructura, el hábito de alimentarse justo antes de dormir, se sugiere reducir al mínimo el número de alimentos a ingerir en esa oportunidad.
Otro parámetro sugerido es que dejen de comer cuando se sienta saciedad. También puede proponerse en esta etapa el ritmo de la comida, es decir disminuir la velocidad con que se come.
En esta etapa también es primordial distinguir la sensación de hambre real proveniente del cuerpo, de las ganas de comer, que puede ser la expresión de una emoción o el efecto de una creencia o hábito.
El cuerpo envía señales que expresan necesidad de alimento, pero otras señales representan las ganas de comer para deleite del paladar, por seguridad o compensación. Tendremos que comenzar a distinguir ambos tipos de señales, Debemos prestar atención al respecto.
También se propone no beber durante la ingesta de alimentos, a fin de no interrumpir, modificar o crear distorsiones en el proceso de salivación, por una parte, y en el proceso de creación de enzimas, por otra parte, lo cual son necesarios para la obra alquímica de transmutación de los alimentos en nutrientes en la sangre y del prana en los cuerpos sutiles.
Al beber agua se puede llegar a interrumpir no solo la creación de enzimas, sino también las señales del cuerpo que nos indican que hay suficiente alimento. Esto está asociado a la sed. Hay salivación cuando el cuerpo pide alimento y hay sed cuando el cuerpo tiene suficiente alimento.
Es importante en esta etapa comenzar a practicar la relación con los alimentos antes de llevarlos a la boca, lo cual determina su vitalidad y la evaluación que de ellos hagan las células. Se les sugiere desde la etapa de la magnetización, estar conscientes de la energía sutil de los alimentos.
Al depositar los alimentos en la boca, al saborearlos, ya captamos ciertas propiedades y a través de los receptores de energía, traspasamos a nuestro cuerpo físico y a nuestros cuerpos sutiles las energías de esos alimentos.
Se propone también en esta etapa masticar largamente los alimentos hasta hacerlos casi líquidos, para favorecer la transmisión completa de la energía y permitir que el alimento esté realmente impregnado con las enzimas transportadas por la saliva.
Segunda etapa
La SEGUNDA ETAPA se refiere a la diversificación del registro alimentario. Esta etapa recién debe comenzar cuando las bases y la primera etapa han sido completamente integradas.
Esta etapa consiste en abrir la gama de alimentos y ampliarla, explorar nuevos sabores. Nuestras experiencias y hábitos de vida nos han conducido a elegir ciertos alimentos dentro de cierto repertorio.
El repertorio de alimentos que proporcionamos a nuestro cuerpo podría estar bastante limitado, habida cuenta de nuestras necesidades de alimentos vivos. Algunos alimentos están desvitalizados. Aunque tratemos de estimular la vida en ellos, en algunos casos es difícil poder recuperar su ritmo natural. Otros alimentos están totalmente desvitalizados porque han sido separados por demasiado tiempo de su hábitat natural o porque su manipulación ha sido inadecuada.
Los alimentos no solo deben mantener nuestra vitalidad sino estimularla, lo mismo que deben acrecentar la regeneración celular. Entonces esta etapa nos invita a agregar alimentos a nuestro repertorio, de tal forma que nuestras células sepan mejor dónde recuperar los nutrientes necesarios. Esta sería una etapa de descubrimiento y degustación.
A menudo también, ciertos alimentos les son conocidos al cuerpo, pero no se los hemos ofrecido en su forma natural. Los hemos utilizado cuando ya estaban desvitalizados (frutas enfrascadas, por ejemplo). Esta fruta seguramente estaba empapada en jarabe y encerrada en un pote desde hacía tiempo. Su vitalidad no es aquella de su estado natural.
La expansión del registro puede significar ir hacia alimentos conocidos, pero en su fuente más natural. También la variación de la preparación y de los condimentos puede modificar sensiblemente su aporte. Ciertas hortalizas que hemos comido tras una cocción intensa pueden ser redescubiertos en su estado crudo.
También en esta etapa se recomiendo ir más hacia los alimentos regionales. Sin limitarse a ellos, debemos favorecer su presencia en nuestro repertorio, sabiendo que sin duda están más vivos, debido a su cercanía y mejor adaptados a las condiciones ambientales que ofrecen ciertos nutrientes que nuestro cuerpo necesita en ese preciso lugar.
Luego podemos incorporar alimentos procedentes de otras regiones, siempre asegurándonos en primer lugar su vitalidad. Cuánto más alejado esté el alimento de su hábitat natural, más riesgo corre de desvitalizarse en el transporte y la manipulación. Podemos alimentarnos de ellos, por supuesto, poniendo más atención aún en estimular la vida en él y en magnetizarlo.
En resumen, tratemos de elegir los alimentos más vivos, los que están más cerca posible de su hábitat natural y por lo tanto han conservado su vitalidad. Al ampliar el registro alimentario, ofrecemos a nuestro cuerpo una selección mucho más variada para que él pueda sacar los nutrientes que le son necesarios.
Hay alimentos que están modificados genéticamente, mientras que otros son cultivados en forma totalmente natural. Hay algunos alimentos que pueden ser una verdadera fuente de desequilibrios. Su aporte nutricional puede ser poco.
Dado la importancia de nutrirse de alimentos vivos, no contaminados y no transformados, el porcentaje de alimentos transformados debe ser muy inferior al de los alimentos naturales, a fin de facilitar la adaptación del cuerpo.
Los alimentos cultivados naturalmente a partir de semillas naturales son generalmente portadores de más vida. Ampliemos nuestro registro alimentario para que sea lo más sano y natural posible. La incorporación de un alimento nuevo percibido como poco sano o desvitalizado no sirve a nuestra reprogramación alimentaria. Si un alimento está compuesto solo por azúcar, por ejemplo, más vale no agregarlo al registro alimentario. Aunque dan la impresión inicial de proporcionar energía, son debilitantes y desequilibran las secreciones naturales.
La industria alimentaria productora de alimentos basados en azúcar tiene mucho poder sobre nosotros. Se sugiere más bien los azúcares naturales de las frutas, de las legumbres y hortalizas, de las plantas, para responder a las necesidades del cuerpo.
Además, varias especies naturales acompañan en buena forma los remedios naturales del cuerpo, si bien además sirven para fusionarse con los alimentos. Por ejemplo, el jengibre ayudará al sistema digestivo, el tomillo calmará el sistema nervioso al mismo tiempo que actuará como antibacteriano, la pimienta de cayena simplificará la transmutación de los alimentos.
En esta etapa debemos abandonar las simples ganas de comer que siguen a creencias, recuerdos y conocimientos intelectuales, y permitir a las células descubrir en los nuevos alimentos los nutrientes necesarios que estaban poco disponibles o no disponibles en el repertorio habitual.
Las células analizarán y registrarán los nuevos alimentos presentados y sus componentes. Evaluarán cuál de ellos ofrece el elemento buscado en mayor cantidad o con mejor calidad y crearán en nosotros las ganas de comerlos.
A medida que aprendemos a escuchar las necesidades de nuestras células y por lo tanto de nuestro cuerpo y les proporcionamos el alimento necesario para ello, iremos paulatinamente incrementando nuestro ritmo vibratorio.
Tercera etapa
LA ETAPA TERCERA nos propone escuchar al cuerpo para elegir de qué nutrirse entre los alimentos disponibles.
Aprenderemos como las células comunicarán, en función de sus necesidades, las ganas de los alimentos que, entre los ofrecidos, respondan mejor a estas necesidades.
Para ello es necesario primero integrar las dos etapas anteriores, tomarse el tiempo de relacionarse con los alimentos y tomarse el tiempo de sentir el llamado interior.
Entonces, esta tercera etapa consiste en recuperar la escucha del cuerpo y la guía de las células en la selección de los alimentos.
O sea, con las dos primeras etapas integradas estaremos más presentes con nosotros mismos y atentos a nuestras sensaciones nos sentiremos atraídos por los alimentos más apropiados para nosotros en ese momento. Entonces, esta tercer etapa, sólo puede ser pertinente si las anteriores han sido integradas, sin lo cual seremos atraídos por alimentos que responden a nuestros deseos del momento, a nuestras creencias y hábitos.
En esta etapa en necesario, estar alertas a las sensaciones reales (gustos reales) no precipitarse sobre la comida. Es importante sentir aquello que nuestro cuerpo nos indica. Nuestros estados interiores condicionados por el estrés, la fatiga o las emociones, influenciarán las elecciones, taparán los mensajes del cuerpo y nos comunicarán otros.
A esta altura, el Maestro Saint Germain no invita a añadir un elemento en la comunicación con las células que nosotros establecemos durante la magnetización de los alimentos que se les presentan previamente a la ingestión. Pidamos a nuestras células que nos orienten para seleccionar correctamente lo que sirve para su equilibrio y su salud y para descartar naturalmente lo que no sirve.
Primero pediremos a nuestras células que hagan que, de los alimentos ingeridos sea eliminado naturalmente todo lo que no sea necesario para fortalecer, tonificar y mantener el cuerpo saludable y que sea transmutado naturalmente en nutrientes todo lo que sea interesante, útil, esencial para el cuerpo.
Luego poco a poco iremos solicitando a nuestras células que, entre todos los alimentos ofrecidos, sólo nos den ganas de ingerir aquellos que respondan a las necesidades reales de nuestro cuerpo. Esto nos conduce a vivir una relación íntima con nuestras células que prepararán nuestra sanación energética.
En esta tercera etapa vamos a disfrutar más los alimentos que son sanos y vamos a perder interés por los alimentos que no lo son.
Cuarta etapa
LA ETAPA CUATRO consiste en prestar atención a las sensaciones del cuerpo para seleccionar los momentos de las comidas, así como la cantidad y la calidad de los alimentos.
Esta cuarta etapa es una ampliación de la etapa anterior, por lo tanto, requiere la integración de todas las etapas. Representa el reencuentro con la autonomía del cuerpo y la escucha total a la inteligencia celular en materia de alimentación.
Con esta cuarta etapa finaliza la reprogramación alimentaria invitandonos a responder completamente a los mensajes del cuerpo, que nos indican los alimentos juiciosos, en cantidad y calidad, necesarios en el momento apropiado para el cuerpo.
Tras llevar a cabo toda esta reprogramación, el cuerpo nos indica a través del hambre, que necesita alimentarse. A esa sensación de hambre se agregarán las ganas de ciertos alimentos. Captaremos tal vez la imagen interior de un alimento en particular o una voz interior nos lo dictará tal vez, o quizás tengamos incluso, a través de la salivación, el sabor de algún alimento. La sensación de hambre y la atracción hacia un alimento serán creadas por nuestras células y no condicionadas por creencias o grabaciones en nuestra memoria.
En esta cuarta etapa estaremos en una escucha total del cuerpo, el cual atraerá hacia sí los alimentos que le son esenciales. Hay que estar muy atentos porque debe ser el cuerpo y no nuestros deseos, caprichos o necesidades el que nos guiará hacia una alimentación adecuada.
En esta cuarta etapa, abandonaremos el horario preestablecido de nuestra alimentación para estar atentos al cuerpo cuando éste nos comunique su necesidad a través del hambre o de las ganas de algún alimento. Debemos, entonces, estar alertas para no dejarnos influenciar por el recuerdo del horario pasado ni por los hábitos del entorno. Este horario lo irá transformando progresivamente nuestra inteligencia celular.
La información emitida por las células adquiere la forma de percepciones o de sensaciones, vale decir, de un conocimiento interior.
1 Extraído del libro del Maestro Saint Germain canalizado por Pierre Lessard “Manifestar los Poderes Espirituales”.
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