Antes de adentrarnos en el ritual completo del Despertar Energético cotidiano que nos propone el Maestro Saint Germani, debemos incorporar a nuestras prácticas el Anclaje Tierra- Cielo por formar parte éste del ritual del Despertar Energético. Así que en este encuentro practicaremos el Anclaje.
¿En qué consiste el Anclaje Tierra-Cielo?
1 Comenzaremos explicando los pasos a seguir para efectuar dicho anclaje, para luego finalizar con una meditación que los guiará en esta práctica cotidiana.
Los pasos a desarrollar son los siguientes:
- Respiración Natural: inspirar hasta lo más profundo de los pulmones sin esfuerzo, con el vientre henchido; exhalar soltando.
- Anclaje Terrestre: proyectar un haz de energía desde la base (chakra raíz) para crear un pilar de luz en la tierra
- Anclaje Cósmico: proyectar un haz de energía desde la corona para crear un pilar de luz en el universo.
¿Por qué el anclaje tierra-cielo?
Porque es esencial que los dos aspectos de nuestro ser, la dimensión sutil y la dimensión densa o terrestre, estén en equilibrio para que podamos sentir el bienestar de la encarnación y utilizar todos nuestros poderes de manifestación. Dado que circula en nosotros tanto la energía de la tierra como la energía cósmica, es importante que nuestra relación con cada uno sea fuerte.
Y ¿qué son los anclajes? Los anclajes son pilares de energía que creamos y alimentamos desde nuestra base hacia la tierra y desde nuestra corona hacia el cielo. Esto lo recrearemos con el despertar energético cotidiano, el ritual que practicaremos próximamente.
El anclaje terrestre consiste en proyectar un haz de energía desde la base de la columna vertebral (chakra raíz) hacia el centro de la Tierra. Representa el aspecto encarnado del ser.
Así, al percibir la proyección de un haz de luz desde el chakra de la base hacia la Tierra, este establece una relación entre nosotros, la energía telúrica y todas las formas de vida que vibran en esta tierra. Entramos en la conciencia y en la sensación de la Tierra.
Luego proseguimos con el anclaje celeste, universal. Este consiste en proyectar un haz de luz hacia el centro del Universo, a partir de la corona. Elegimos nuevamente relacionarnos con la Fuente, con lo que somos, un alma. Como almas somos la expresión del universo.
¿A qué llamamos Corona?
Al conjunto de la epífisis, la hipófisis y el hipotálamo, cuyas vibraciones van dirigidas hacia el Universo.
Ser conscientes
Este proceso, si bien lo estamos explicando en forma intelectual para que se comprenda, al practicarlo debemos ser conscientes de ello, no intelectualizarlo sino más bien vivirlo consciente y vibratoriamente sintiendo la sensación de esta unión. Es la fuente de sus inspiraciones y de sus motivaciones reales. El anclaje cósmico nos invita a elegir nuevamente dejarse guiar por la luz de nuestro ser. Debemos tener los pies en la Tierra y la cabeza, el espíritu, en el cielo.
Autorregulación de los cuerpos sutiles
Invocamos la energía universal y la hacemos circular con las manos de luz, desde la corona hasta los pies, para posibilitar una libre circulación y una armonización de la energía del cuerpo (visualizamos las manos de luz rodeando nuestras manos físicas y los dedos de luz como prolongación de nuestros dedos físicos).
Luego invocamos la energía telúrica y la hacemos circular con las manos de luz, desde los pies hasta la cabeza, para vivificar y recentrar los cuerpos en tres tandas:
- El cuerpo físico y etérico
- El cuerpo emocional
- El cuerpo mental
Posición del ser universal y afirmación de uno mismo.
Con las manos en el pecho, honramos al Maestro dentro de nosotros.
Salutación a la vida alrededor nuestro.
Una vez estas relaciones entre el cielo y la tierra están establecidas, elegimos reequilibrar y armonizar todos nuestros cuerpos, reencontrándolos en la unificación con la Energía Universal.
Nosotros, los seres humanos, somos una antena y como tales, según las leyes del electromagnetismo, su invocación atrae la energía libre del universo. Es aconsejable aquí acompañar esta invocación con un movimiento físico para sentirla más fácilmente.
Así usando las manos, simbolizamos el movimiento de esta energía en nuestros cuerpos físico y etérico, desde la corona hasta los pies. Recentramos nuestro aspecto físico mediante la unión con la energía libre, universal. Hacemos lo mismo con la energía de la Tierra: las manos en el suelo invocarán, atraerán la energía de la Tierra, desde los pies hasta la corona, circulando en el cuerpo etérico y actuando para estimular, edificar, armonizar, recentrar los cuerpos físico y etérico.
A continuación, hacemos lo mismo con el cuerpo emocional, con la energía libre del universo y la energía de la tierra. Y luego lo repetiremos una tercera vez, en el cuerpo mental. Al hacerlo vamos a recentrar, armonizar, vivificar los aspectos físico, emocional y mental, a fin de unificar la trinidad y encontrar las diferentes perspectivas de nuestra encarnación, que serán para nosotros oportunidades para crear y unirnos.
Los cuerpos físico y sutil suelen descentrarse con los choques físicos, emocionales y mentales. La autorregulación de los cuerpos permite entonces recentrarlos alrededor de la línea media, es decir, la línea central de circulación de la energía.
Todos los bloques energéticos son causados por la influencia de los miedos, las creencias y grabaciones de recuerdos y genéticas. La invocación de la Energía Universal en los diferentes cuerpos permite a la energía circular naturalmente y nos libera de pesos y dolores.
En este episodio los guío con una meditación en este proceso de anclaje y autorregulación de los cuerpos sutiles. Los invito a escucharla y practicarla.
1 Extraído del libro del Maestro Saint Germani “Manifestar los Poderes Espirituales” canalizado por Pierre Lessard.
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