Otra etapa en el ritual del Despertar energético cotidiano es la fusión de los tres cuerpos.
1 La fusión de los tres cuerpos es un ritual individual sagrado donde revivimos el momento de la concientización, es decir, el momento antes del nacimiento, donde el alma y el espíritu unidos se graban en la carne para concientizar al ser. Es la fusión de la Luz y de la materia, cuando se produce ese resplandor luminoso tan intenso que crea alrededor de nuestro ser, un campo magnético.
Este campo es seguido de un equilibrio energético que hace posible el crecimiento de células portadoras de la inteligencia Universal.
El Maestro Saint Germain nos invita a revivir cada mañana esta fusión y toda su intensidad, como parte de este ritual del Despertar energético cotidiano.
En este encuentro hemos realizado una meditación guiada para ayudarlos a revivir la fusión de los tres cuerpos.
Todas estas prácticas que, en su conjunto, constituyen el Despertar Energético Cotidiano nos inducen a un encuentro con nosotros mismos, a una interiorización. Nos eleva considerablemente nuestro ritmo vibratorio. Nos propone una respiración consciente: inspirar las vibraciones de todas las formas de vida dentro de nosotros mismos.
Es momento también de reactivar nuestra trilogía energética, es decir intensificar la energía de la voluntad en el hara, la energía de la conciencia en el tercer ojo y la energía del amor en el corazón.
Para reactivar la trilogía energética tenemos que estar atentos y preparados para sentir la energía dentro nuestro.
Alineen bien la columna vertebral y respiren profundamente. Al inflar el vientre durante la inspiración, sentiremos una fuerza de vida. Sintamos y expresemos en nuestro interior las ganas de vivir, de crear, de ser felices, de amar y de ser amados. Así intensificaremos la energía de la voluntad.
Luego orientamos nuestra atención hacia el tercer ojo y sentimos la amplitud y la belleza de nuestros ideales, sin intelectualizarlos. Recuperemos simplemente la conciencia de que estos son grandiosos, que nos hacen vibrar y dan sentido a nuestra vida.
En el camino de la maestría, al hacernos cómplices con nuestros ideales, sabemos que las dificultades, los obstáculos, las vicisitudes de lo cotidiano crean a veces pesadumbres, desánimos, dispersiones, desviaciones, cansancios, sin que eso ponga en tela de juicio nuestros ideales. Para intensificar la energía de la conciencia, reavivemos los ideales y el deseo de que todo tenga sentido en nuestra vida.
Luego abrimos nuestro corazón y nuestro pecho para recuperar la convicción de que somos Seres universales, somos la energía del amor, de la unión, de la fraternidad humana. Llevamos los hombros hacia atrás, abrimos el pecho hacia adelante y respiramos.
Luego expresamos el amor al ser luminoso que nosotros somos y el amor a la vida a nuestro alrededor. Así intensificamos la energía del amor, una fuerte pulsión de reconocimiento y de convicción para con nuestro verdadero ser.
En pocos segundos, la trilogía energética se habrá intensificado en nuestro interior.
Luego que nuestro ritmo vibratorio se haya elevado y la trilogía energética se haya intensificado, seguramente sentiremos una invitación a la meditación.
1 Extraído del libro del Maestro Saint Germain “Manifestar los Poderes Espirituales” canalizado por Pierre Lessard
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